
La historia del Cuerpo de Bomberos de Castro se remonta a la fundación de la ciudad en febrero de 1567. A lo largo de cuatro siglos y décadas, Castro ha enfrentado numerosos siniestros, ganándose el apodo de la “Pirópolis del Sur de Chile”. Desde sus primeros años, la ciudad ha sufrido terremotos, incendios y saqueos, obligando a sus habitantes a reconstruirse una y otra vez.
Algunos de los hitos más importantes incluyen el terremoto e incendio de 1575, el saqueo holandés en 1600 y 1643, y los terremotos de 1786 y 1787. A lo largo del siglo XIX, Castro experimentó varios incendios devastadores, como el de 1857 que destruyó el Colegio Franciscano y parte de la ciudad, y el de 1895 que arrasó el Templo, el Colegio Católico, la Biblioteca y varias casas.
El último gran incendio del siglo XIX fue un punto de inflexión que llevó a la fundación del Cuerpo de Bomberos de Castro en 1896. Inspirados por la experiencia de Ancud, que ya tenía su propia institución de bomberos, un grupo de visionarios vecinos se unió para proteger a la ciudad de futuros desastres.
Superintendente: Don Belisario Bahamonde Andrade
Comandante: Don John Christie Dangle
2º Comandante: Don Manuel Miranda Velásquez
Tesorero General: Don Domingo Canobra Barrientos
Secretario General: Don Manuel Vargas Vargas
El primer directorio del Cuerpo de Bomberos se formó el 8 de marzo de 1896, con Belisario Bahamonde Andrade como Superintendente y John Christie Dangle como Comandante. En sus primeros años, el Cuerpo de Bomberos operaba desde el Hotel Central y se esforzaba por recolectar fondos, adquirir equipos y establecer su sede definitiva.
A lo largo de su historia, el Cuerpo de Bomberos de Castro ha desempeñado un papel vital en la comunidad, enfrentando incendios y emergencias con valentía y dedicación. A pesar de los desafíos, la institución ha crecido y se ha fortalecido, convirtiéndose en un símbolo de servicio y sacrificio para la ciudad y la provincia de Chiloé.